¡Hola Detallistas! Hoy os queremos contar algo sobre nosotros, hacer una reflexión en voz alta sobre la respuesta a la pregunta de ¿por qué nos gustan tanto los detalles? Porque su respuesta, es al fin y al cabo nuestra principal motivación para seguir trabajando y buscando día a día los mejores detalles para regalar a los invitados de vuestro evento.
Cuando una persona, una pareja o una familia organizan un evento, ya sea éste una boda, un bautizo, comunión, cumpleaños, aniversario, bodas de oro, o cualquier otro tipo de celebración o fiesta, una de sus ilusiones, además de compartir el momento con sus seres queridos, es que éstos sean felices, que todo vaya bien y salga como se ha planeado, que las personas lo pasen bien, disfruten y, por qué no, que recuerden durante mucho tiempo ese día tan especial.
Para conseguirlo, se intentan cuidar todos los detalles del momento, desde algo fundamental como agasajar los paladares de nuestros invitados con las mejores viandas, hasta el lugar, para que sea el más apropiado, o el momento del día, igual de importante. Y también, uno de esos elementos igual de importantes en una celebración, es el detalle o regalo de recuerdo que se da a los asistentes, y sí, lo confesamos, esos detalles son nuestra pasión.
¿Por qué los detalles son nuestra pasión?
Un detalle para un invitado, va mucho más allá de ser simplemente un recuerdo que, en el mejor de los casos, gustará, o resultará original, práctico o útil. Cuando entregamos nuestro recuerdo para los invitados les estamos haciendo un regalo, y ¿a quién no le gusta recibir un regalo? Además, esto es algo especialmente importante cuando se supone que los protagonistas de la celebración son los que ese día van a recibir todos los obsequios y agasajos de sus invitados, como debe de ser, por supuesto, pero con el detalle que les entregamos le damos la vuelta a esa percepción, consiguiendo que se conviertan ellos en los protagonistas y que sean ellos los que reciben, además de dar.
Porque agradecemos
Además, aunque no hay mejor forma de agradecer las cosas que mirando a los ojos y decirlo de viva voz, un regalo material siempre es un símbolo de ese agradecimiento, una bonita forma de decirle a tus invitados «gracias por acompañarnos», y como reza el popular dicho, de bien nacidos es ser agradecidos.
Porque forjamos un recuerdo
Cuando regalamos algo a nuestros invitados, es posible que se trate de algo material, quizás simbólico, pero sin ninguna duda, estamos forjando un recuerdo imborrable en la memoria de nuestros invitados a través de ese objeto que entregamos con la máxima ilusión y es recibido con el mayor de los agradecimientos. Un recuerdo que cuando utilicen ese regalo, cuando lo saboreen, lo abran o se envuelvan por su aroma, evocará los mejores momentos en aquel día tan especial, iniciando frases como «¿te acuerdas de…?» o «¡qué bien lo pasamos aquél día!». A quién no le gusta que su día más especial sea recordado con cariño, alegría y sonrisas.